Lejos de haber cumplido su objetivo, el anuncio formulado en los primeros meses de este año por parte del gobierno municipal, de contar con una nueva disposición que les permitiría actuar en concreto sobre la problemática de los caballos sueltos; la realidad muestra que sigue siendo una cuenta muy pendiente.

Y cada vez hay más zonas que se agregan al escenario de una situación que, hasta ahora, no ha generado consecuencias irremediables, aunque el peligro está latente y cada vez más.

Ayer, domingo 5, en pleno día, como lo muestra una de las fotos de esta nota, caballo deambulando en la esquina de Rivadavia y Olavarrieta, milagrosamente no fue impactado por un automóvil cuya conductora lo vio cuando lo tenía prácticamente encima.

Casi a la misma hora, otro automovilista refirió que encontró un equino suelto en calle República casi Castelli.

Y por la noche, como lo muestra otra foto, un caballo deambulando por calle Ayacucho y 219, como ocurriera días pasados.