El Juez de Faltas Municipal, Doctor Silvio Canosa, dictó sentencia en el caso del azúcar adulterado, estableciendo las multas y sanciones para con el fraccionador del producto, Norberto Moscoloni, y también para con los proveedores Carlos Delía y Guillermo Arijó.
En el dictamen, de diez carillas, el juez declara a Moscoloni autor responsable de las faltas a la Ordenanza 749/83, por falta de habilitación municipal de su planta fraccionadora, por el expendio y distribución de alimentos faltando a las condiciones bromatológicas exigibles, por el expendio y distribución de alimentos que no estuvieren aprobados o carecieren de rótulos reglamentarios, y por el expendio y/o distribución de alimentos que se encontraren adulterados, respectivamente.
Le impone Canosa a Moscoloni la multa de $ 111.482,30, además mantiene la clausura de la planta fraccionadora por tiempo indeterminado, hasta tanto se obtenga la habilitación municipal correspondiente; y lo inhabilita por 180 días para el fraccionamiento de harina y azúcar, sanción que no podrá ser dejada sin efecto, hasta que el infractor cumple con las ordenanzas vigentes en la materia, aunque se haya vencido ese plazo.
Canosa declara a Carlos Delía y a Guillermo Arijó, responsables por el expendio y distribución de alimentos faltando a las condiciones bromatológicas exigibles, por el expendio y distribución de alimentos que no estuvieren aprobados o carecieren de rótulos reglamentarios, y por el expendio y/o distribución de alimentos que se encontraren adulterados, respectivamente.
Sanciona a cada uno de los proveedores con una multa de $46.450,95.
En los considerandos de la sentencia, Canosa deja en claro que “de los resultados de los análisis de las muestras realizados, se puede establecer que el azúcar tipo A entregado en los módulos del Sistema Alimentario Escolar, se encontraba adulterado con almidón de maíz, y la presencia de amiloplastos de trigo se debe a una contaminación cruzada, por su baja cuantía”, echando por tierra esta afirmación del juez, la versión sostenida por algunos de que el azúcar tenía harina.
El juez asevera luego que “los actos llevados a cabo por el señor Moscoloni, a la luz de los resultados de los análisis de las muestras remitidas a los laboratorios del Instituto Nacional de Alimentos y el Laboratorio Municipal, no han puesto en riesgo la salud pública”.
“Se ha adulterado el azúcar con otro producto comestible, como lo es el almidón de maíz, y en referencia a la presencia de aminoplastos de trigo y gluten que pueden producir trastornos en personas que sufren de enfermedad celíaca, tanto en azúcar como el harina secuestrada no poseen el sello o la leyenda de producto libre de gluten, por lo que no eran aptos para el consumo de personas celíacas”, afirma el juez.