
Haciendo su debut público como escritora, María Elisa Zabalo presentó el sábado pasado, con todo éxito, su primera obra literaria, la novela que tituló “Lazos Mágicos”.
El acto cultural tuvo lugar en la Biblioteca Popular “Albino Capponi”, cuya presidenta, Natalia Riscino, tuvo a su cargo la apertura, y la autora compartió la presentación del ejemplar con la editora Romina Silva.
En su relato, Zabalo expone vivencias de una página lacerante del país como fue la dictadura, a través de las experiencias de dos mujeres, Ana y Elsa, cuyas historias se entrelazan.
Y hay un mensaje muy claro del amor sobre el odio, de la vida sobre la muerte, que la autora refleja con mucha precisión en el contenido de su libro que tiene 142 páginas.
Romina Silva escribió el prólogo de la obra, y en el acto vertió elogiosos conceptos hacia María Elisa y su estreno literario.
La autora, por su parte, confesó que “este libro me llevó alrededor de un año y medio entre el proceso de escritura, el tiempo que uno se toma de descanso, y la corrección de parte de Romina”.
Y en cuanto al contenido, resumió que “es una historia de ficción, ambientada en la dictadura militar, hasta la presidencia de Duhalde. Hago un relato histórico de la época, es la búsqueda de dos personas, una nieta y una abuela que la vida las encuentra. Tiene que ver con la búsqueda de la identidad, que para mí es fundamental, todos necesitamos saber quiénes somos”.
“Trato de transmitir que en la vida se puede. Si uno decide no quedarse en el dolor y no claudicar, aprende a no victimizarse con ese odio que a veces nos paraliza. El dolor no se olvida, pero se puede mirar hacia adelante”, agregó.
“Desde siempre me gustó leer y cuando me jubilé comencé a tomar clases en el taller de escritura creativa de Romina Silva. Este libro comenzó siendo un cuento, que fue creciendo en su extensión y entonces decidí darle forma de novela”, contó también.
“Lazos Mágicos” se puede adquirir con un costo de 15.000 pesos, a través de las redes de Luminosa Ediciones y de la autora, en la Biblioteca Capponi, o en las librerías lobenses.