Como cada 23 de marzo desde hace muchos años, el Colectivo por la Memoria de Lobos convocó a la Vigilia del 24 de marzo, con un agregado especial en este 2025, a 49 años del golpe cívico-militar del 76.
En la esquina de Luis Oscar Lacoste y Avenida Alem, en el primer sector de alambrado de la Plaza Italia sobre Lacoste, el notable artista Niko Battista presentó su estupendo mural dedicado a “Pato”, obra que iniciara el 15 de octubre del año pasado (día de los Derechos Humanos en Lobos, fecha del secuestro y desaparición del docente), con los primeros trazados, según su propio relato.
Recibiendo un caluroso aplauso de todos los asistentes, entre ellos Mariano, hermano de Pato, confesó Battista que “el arte siempre atraviesa la historia, y hace unos años yo hice esta composición que es el rostro de Pato, con la placa que está en el viejo Colegio Nacional, el cartel de la calle con su nombre, y jamás lo firmé porque no me parecía correcto, era patrimonio de todos y había que compartirlo”.
“Antes de octubre me llega un mensaje preguntando si yo sabía quién había hecho ese collage, porque Osvaldo la había impreso en un papel ilustración y se la obsequió a Ana Pedernera, indudablemente el arte se movió y pensé en hacer este mural”, completó.
También sostuvo el artista que “queríamos preservar este espacio porque no sabemos cuánto tiempo más estarán los murales de enfrente ya que la propiedad está en venta, por eso el año pasado me propuse que para el 24 teníamos que tenerlo como lo sentí que debía estar, con una frase decidida en el grupo y con las fechas de su nacimiento y su desaparición”.
La frase dice “Seguís enseñando ahora y siempre…” y está acompañada de las fechas 4 de septiembre de 1943 y 15 de octubre de 1976.
LA VIGILIA
Posteriormente, en la tradicional esquina de Buenos Aires y 25 de Mayo, se desarrolló la Vigilia en la que hubo diferentes manifestaciones artísticas, expresiones leídas o espontáneas recordando la fecha y cuestionando la actual política del gobierno nacional, la charla del politólogo Matías Cerezo especialmente invitado para esta oportunidad y, llegada la cero hora del 24, fue Giovanna Apella la encargada de colocar el pañuelo blanco al monumento a la Madre en el centro de la plaza.
