
A los 82 años (nació el 8 de agosto de 1939), ese genio del arte y la docencia de nuestro pueblo, el enorme Osvaldo Di Santo, se cansó de vivir y decidió poner fin a su existencia.
Fue encontrado en su casa en grave estado, lo llevaron al Hospital, intentaron reanimarlo pero no pudieron, y asà se apagó la vida de uno de los más grandes artistas plásticos que dio Lobos, sin ninguna duda.
Osvaldo, que hacÃa mucho tiempo venÃa sufriendo un estado depresivo muy fuerte, dejó una carta explicando su extrema determinación.
Su cuerpo fue llevado por la PolicÃa CientÃfica para la operación de autopsia.
No habrá ninguno igual, ninguno. Osvaldo fue único, admirado en Lobos y en tantos lugares que disfrutaron de su formidable talento.
Sencillo, humilde, siempre restándose los méritos que indudablemente tenÃa, fue un genio del arte, dejando infinidad de obras impresionantes que son su legado y que perpetuarán para siempre su memoria, porque los artistas cuando mueren, no mueren, quedan en sus creaciones.
El 11 de marzo del 2021 vivió quizás su noche póstuma, ovacionado por un Teatro Italiano colmado que lo aplaudió de pie cuando, en un acierto pleno, el gobierno municipal decidió homenajearlo y declararlo Personalidad de la Cultura Lobense.
Vaya si le cabe ese tÃtulo a Osvaldo, un auténtico embajador lobense, dueño de una inteligencia y una sensibilidad únicas que le permitieron desarrollar una carrera artÃstica monumental.
También en la docencia fue un grande, como ya lo están recordando quienes tuvieron la fortuna de ser sus alumnos.
En los colegios Industrial y Nacional de Lobos, y también en Cañuelas, donde lo quieren entrañablemente por lo que dejó en su paso por las aulas.
Te vamos a extrañar fÃsicamente querido Osvaldo, pero es tanto lo que dejás, es tanto lo que has generado, que seguirás vivo en cada cuadro, en cada collage, en cada obra histórica, en cada pincelada de una vida intensa y tan tuya, que hasta vos decidiste cuando tenÃa que terminar.
Descansa en paz, enorme MAESTRO.