
En el diario ClarÃn, dentro de las publicaciones que se vienen realizando diariamente como homenaje a los 40 años de la gesta de Malvinas, se publicó el domingo 10 la carta enviada por el lobense Horacio José Echave a sus padres poco antes de morir en la guerra del 82.

El texto es el siguiente:
“Queridos padres: mis deseos son que cuando estas lÃneas lleguen a sus manos todos gocen de buena salud. Yo estoy bien, gracias a Dios.
Viejos, el 24 de mayo recibà la carta que me escribieron. Mientras la leÃa, me largué a llorar porque me dio una alegrÃa muy grande. HacÃa un mes que no tenÃa noticias de ustedes ¿Saben cuánto los extraño? A veces me dan ganas de gritar fuerte para que me escuchen ustedes. Ya estoy cansado de dormir en carpa.
Mi compañero de carpa es un soldado de Lobos, se llama Duarte el padre. Trabaja en la barrera de la Irigoyen, papá lo debe conocer. Al padre de él le dicen pantera Duarte.
De los 19 años que tengo, nunca comà cordero como acá todos los dÃas. Salgo a cazar cordero, siempre traemos dos o tres corderos y los hacemos asado, frito o hervido.
¿Sabés una cosa? Hace como un mes que no comemos pan, tengo ganas de comer torta y pan. Más vale que cuando vuelva tenga la bolsa llena de pan porque le voy a prender y no voy a dejar ni una miga.
Cuando vuelva, te voy a contar que hay noches que me agarra una amargura. Todo el dÃa tomo mate. ¿Sabés cómo hicimos un mate? Con el vaso de una granada y la bombilla de una lapicera. Las chicas deben ir bien en el colegio. AnalÃa debe estar en la escuela y Vanesa duerme la siesta. Papá en cada casa debe contar que tiene un hijo que está en las Malvinas defendiendo la soberanÃa argentina.
El viejo debe estar orgulloso de que yo estoy aquà porque no le voy a fallar.
Si pueden mandar una encomienda con cigarrillos, masitas, mantecol. Lo más importante son los cigarrillos. Dale saludos a la señora de Lali. Decile que para mi cumpleaños ya estoy en casa, si me puede hacer una torta como la que hace la señora de Lali. Y dale saludos al negro.
¡Ah! Si les escribÃs a las abuelas de papá y tuyas, deciles que estoy bien.
Si salgo de esto de la guerra, también todo el invierno me la voy a pasar en casa sin hacer nada.
Contestame lo más rápido posible asà tengo noticias de todos ustedes. Me despido con un beso grande para vos mamá, para mis hermanas y para papá un abrazo grande.
Chau”.