En el hall de entrada del Teatro Italiano, junto con una muestra fotográfica del Cruce de los Andes y otros objetos relacionados con la consigna sanmartiniana, lució un estupendo trabajo artesanal de Juan Carlos Rossi.

Muy prolijamente presentado, un émulo del sable corvo del Libertador de América, que le llevó meses de trabajo al artesano lobense.

LOBOS YA dialogó con Rossi, quien explicó que “es mi humilde homenaje a San Martín, y a la vez un desafío porque había hecho cuchillos y otros elementos similares, me desafiaron a hacer el sable del prócer, lo fui intentando y solucionando inconvenientes, y fue saliendo”.

Detalló que “la hoja está hecha con un disco de acero similar al de un arado, la empuñadura de quebracho colorado, un durmiente del año 1800 más o menos, el resto todo bronce y cuero”.

“Y la vaina es metálica y realizada con mi impronta, porque no se trata de una réplica porque a mi juicio tiene que ser idéntica, y aquí yo le puse mi impronta”, aclaró.

Un cuanto al peso refirió que “el sable pesa 110 gramos menos que el original, porque la hoja que usé no tenía suficiente espesor, pero la vaina está un poquito más pesada”.