Se celebró en la noche del sábado, en el Templo Parroquial, la Vigilia Pascual con el anuncio de la Resurrección de Jesús, momento culminante de la Semana Santa.
La ceremonia más rica en ritos en todo el año litúrgico, fue concelebrada por los sacerdotes Luis Mena, Jorge Rodríguez y Roberto Giecco, y comenzó con la bendición del fuego nuevo en la puerta del Templo, para después ingresar con el Cirio en el templo a oscuras donde esperaban los muchos fieles que asistieron a este oficio. Se compartió la Liturgia de la Palabra, luego la bendición del agua y renovación de las promesas bautismales.
En su Homilía, el Padre Luis Mena dijo que “hoy hay un cristo que sigue sufriendo en alguien que no tiene para comer, que está enfermo, que está solo, hay un Cristo que es ignorado en un niño que está en la calle, en un niño o una mujer maltratados, y hay un Cristo también que se sigue dando, cristos ayudando a otros y dando su tiempo, dando un plato de comida, acompañando una soledad”.
“Hoy realmente la muerte ha sido vencida, si salimos de acá y no llevamos lo vivido en esta semana a casa, a mi familia, a mi trabajo, hemos solamente recordado como espectadores lo que pasó hace tiempo. Pero si lo que viví, lo que esta semana me dio, lo pongo en práctica afuera de este lugar, la Semana Santa habrá tenido su verdadero sentido”, enfatizó Mena.
“Hoy más que nunca el mundo necesita señales de vida, en medio de una realidad difícil con muchos sufrientes, estamos llamados a ser cristos vivos donde Dios nos pone, en toda esta comunidad, no podemos guardarnos lo que hemos recibido, tenemos que compartirlo, que otros sientan también lo que hoy hemos sentido nosotros”, remató.