Una noche magnífica se vivió el sábado pasado en la Casita del Niño Parroquial, con la primera raviolada del año a beneficio de la institución.
El salón repleto, gente que se quedó sin tarjeta porque se agotaron días antes, como siempre los ravioles exquisitos, clima de total camaradería, y tres números musicales que deleitaron a todos.
Lucio Domínguez abrió la parte artística, cantó un tema a dúo con el Párroco Mena y otro con su hijo; Mariana Giuliano volvió a lucirse con su voz y su repertorio, y el trío Oscar Principatto, Miguel Alberghini y Fito Varela pusieron el broche de oro con sus canciones setentosas.
“Estamos muy felices por el acompañamiento incondicional de la comunidad de Lobos que se refleja nuevamente en esta primera cena del año”, dijo la directora de la casita, Silvia Villalba.
Consultada por lo que encararán con los fondos, confirmó que “vamos a comenzar a pagar la obra de remodelación total del espacio para el taller de Cocineritos que quedó hermoso y que fue una de las prioridades que comenzamos el año pasado”.
“Realizaremos otras comidas, como cada año, y hay otros proyectos para seguir insertándonos en la comunidad aprovechando las instalaciones que tenemos”, concluyó.