Dramático pedido de ayuda lanzó hoy una joven vecina de nuestra comunidad, contando en las redes sociales la situación que está viviendo desde hace casi un año con un sujeto que la amedrenta intentando ingresar en su casa.
“Ya no sé qué más hacer, no tengo vida, no tengo tranquilidad, y necesito que todo esto se termine de una vez”, expresa Micaela Castellano.
“Hace meses un hombre está intentando entrar a mi casa, en un principio solo se lo escuchaba por los techos caminando, lo escuchaba yo y también mis vecinas, esto ocurría por la noche cada 15 o 20 días aproximadamente. Con el paso del tiempo comenzó a suceder con más frecuencia, pasó de ser 2 veces por mes a ser 1 vez por semana y de solo caminar por el techo a golpearme a patadas la puerta y las ventanas”, denuncia.
Relata que “una noche fui a cerrar la ventana y cuando levanté la cabeza lo tenía del otro lado parado, por suerte tuve la valentía de gritar lo suficientemente fuerte como para que mis vecinas me escuchen y que él se vaya. Ese día estaba sola con mi hija y es inexplicable el miedo que sentí, por un momento pensé que no iba a llegar a la pieza donde ella estaba y que nos iba a hacer algo a las dos”.
“Otra noche, estaba con una amiga, y a los cinco minutos que ella se fue me metí a bañar, cuando estaba en la ducha empecé a escuchar ruidos en el techo, instantáneamente apague el agua, y empecé a llamar a todo el mundo para pedir ayuda, mientras hablaba por teléfono escuche que me estaban pateando la puerta del fondo, me quedé paralizada, encerrada en el baño sin saber qué hacer, hasta que escuche que mi vecina (a la que yo había llamado) me estaba llamando desde la reja y me animé a salir”, prosigue con el tremendo relato.
Refiere que anoche ocurrió otro episodio de esta pesadilla. “Estaba con mis amigas, y en un momento comenzamos a sentir ruidos y pasos en el techo. Salí para el patio sin pensar lo que podía llegar a pasar y mis amigas salieron para la parte de adelante de mi casa, no pudimos verlo, solo lo vio mi abuela, que vive al lado de mi casa, escapándose, vestido todo de negro”, cuenta Micaela.
Asegura no saber quién es este sujeto al que vio sólo una vez encapuchado y con barbijo. “Tampoco sé que quiere, porque si hubiese querido robar ya lo hubiese hecho en algún momento en que la casa estuvo sola”, aclara.
“Lo único que sé es que él sabe todos mis movimientos, sabe cuándo estoy sola, cuando no, sabe cuándo alguien entra y sale de mi casa”, reclama Micaela que ya radicó dos denuncias.
Cuenta los trastornos que esto le está causando, lógicamente, y finalmente escribe: “Cuento esto para que me ayuden, no quiero ser la próxima que aparece en un noticiero, no quiero que a mi hija le pase algo”.
Consultamos a la Policía y nos respondieron que están al tanto y que hay recorridas de un móvil y personal de civil también pasando con frecuencia.
Pero evidentemente esto no alcanza para que el sujeto deponga su actitud, y el pedido de Micaela es totalmente entendible y necesita de una respuesta categórica.