Dedicada al Territorio Audiovisual, la décima edición de “LATA, Lobos Arde”, tuvo un excelente desarrollo, con las performances y trabajos desarrollados por talentosos artistas, que se lucieron en los cuatro espacios que formaron parte de la propuesta cultural.
Y fue más que interesante la respuesta del público, algunos pasando por cada una de las instancias, y otros optando por aquella oferta que les resultó más interesante.
En Fundación Lobos se inició el “LATA” con los cortos audiovisuales y videominutos presentados bajo el título “Que no se corte”, incluyendo a la Escuela de Educación Artística N° 1 que presentó su proyecto.
En Portón 641 Cultural se desarrolló el segundo capítulo de la décima edición, y bajo la consigna “¿Qué encontramos en lo que hacemos?”, se pudo disfrutar de las producciones de Alba Virgilio, de Florencia Nigro y un grupo de Saladillo que ofreció una destacada performance muy aplaudida por los asistentes.
Catar fue la tercera etapa con “Album de recuerdos”, proponiendo material de archivo, cortos muy bien logrados que captaron el interés del público.
Y el último tramo tuvo como escenario la Casa de la Música con dos salas de proyección para el lucimiento de diferentes videoclips, y producciones del ciclo Música en la Fábrica.
Sebastián Gallo, creador del Museo de Artes Visuales de Lobos e ideólogo del LATA, evaluó la décima edición remarcando que “estamos tan felices como en cada propuesta de esta iniciativa que se ha consolidado”.
“Tuvimos una enorme repercusión con el formato de Territorio Audiovisual, hubo muchísimos inscriptos, más de 50 cortos presentados lo que nos obligó a seleccionar”, afirmó.
Y confirmó que el 26 de octubre será la penúltima propuesta del año, dedicado al Territorio Escénico.