Una numerosa respuesta tuvo la convocatoria a la Plaza 1810 para rechazar el DNU del gobierno que encabeza Javier Milei.
El breve acto comenzó con el anuncio de la formación, horas atrás, de una multisectorial que está liderada por el Partido Justicialista de Lobos y, según lo remarcado por Fabián Volpe, “está integrada por las distintas expresiones políticas, culturales, sociales, deportivas y del quehacer público de Lobos, para decirle que la Argentina, la provincia y la ciudad no se venden”.
Luego habló el presidente del PJ local, Gustavo Cavaleri, que también preside el nucleamiento multisectorial según se indicó, quien afirmó que “nos juntamos hoy a pedido de muchos vecinos, en oposición al DNU, a la Ley Omnibus y a cualquier medida que piense tomar este gobierno, que lesione los derechos y bienestar de las grandes mayorías populares, en beneficio de un muy reducido grupo de poder económico concentrado que parece nunca poder llenarse los bolsillos”.
“Lo hacemos con absoluto respeto por todo vecino o dirigente político que no piense como nosotros, pese a los resultados que dan estas políticas de derecho que nos gobiernan”, enfatizó.
“Queremos ser bien argentinos y vivir en una patria cada vez más justa, libre y soberana, y quiero decirles como parte de esta multisectorial que las puertas están abiertas para quienes persigan los mismos fines. Y las puertas del Partido Justicialista, como espacio físico, están abiertas de par en para juntarnos en el futuro”.
EL DOCUMENTO
Finalmente, Elisa Berrueta dio lectura al documento de la multisectorial, que expresa lo siguiente:
“Una vez más, el pueblo debe salir a defender la soberanía y sus derechos. No en un tiempo, no en unos meses. Si se espera un después, ese después puede ser demasiado tarde.
Otra vez, y un volver a empezar. La sociedad argentina no tiene respiro y debe seguir defendiendo derechos que han costado tanto tiempo y dolor conseguir. Las aves de rapiña, disfrazadas de tiernos pajaritos, endulzan los oídos de los necesitados y empujan cada día más al precipicio a una sociedad que sufre más y más las consecuencias del despotismo libertario.
Resurgimos a duras penas de una pandemia que costó la vida a tantos y, en esos momentos, invocando la libertad, hubo quienes se alzaron contra las necesidades acuciantes provocadas por el desastre que habían dejado tras cuatro años de entregas y fugas de los dineros que nadie sabe dónde fueron a parar.
Luego vino la sequía y nuestro gobierno que no estuvo a las alturas de una sociedad que se dejó influenciar por los sectores de una oligarquía que siempre quiere más.
Así llegamos a estos días en que nos enfrentamos, en forma definitiva, a repensar el rumbo que necesitamos para salir definitivamente de estos embates cíclicos. Que nos asolan y producen cicatrices que tardarán en desaparecer, si es que desaparecen.
Este 24 no existen términos medios, se está con el pueblo, somos el pueblo, o se está contra él.
La convocatoria al paro de actividades debe ser solo una excusa para que nos juntemos todos los argentinos que queremos vivir en paz y desterrar definitivamente viejas ideologías recurrentes, elaboradas con el solo fin de seguir empobreciéndonos más y quitarnos los recursos de nuestro suelo.
Son muchos años de entrega constante. Intentaron someternos y perdimos casi una generación de jóvenes, 30 mil desaparecidos, nietos desaparecidos y empresas que remataron y que debimos recuperar. Ahora, regresan con la supuesta fuerza de los votos a terminar lo que antes no lograron, es la última oportunidad, no habrá otra, de salvar el orgullo nacional.
El pueblo, la sociedad toda, debe entender que la democracia es el fiel respeto a la Constitución Nacional, a las instituciones que nos representan, que nadie puede arrogarse poderes que avalen la libre disponibilidad de nuestro ser nacional y, por sobre todas las cosas, de nuestro acervo cultural.
Este 24 de enero está en juego la continuidad de la república Argentina, libre, justa y soberana, sobre cualquier otra posición ideológica que quieran defender culturas y personas foráneas, en contra de los intereses de una sociedad toda que quiere vivir en paz y ajustada a los derechos que nos rigen en nuestra Carta Magna.
Unámonos junto a las masas obreras y reclamemos el cese de cualquier norma que afecte la paz social, luchemos por lo que es nuestro”.
La manifestación terminó con el canto “la patria no se vende” y el Himno Nacional.
