Hoy se cumplen 48 años de la apertura de Calahorra Mesón. Lugar que inmediatamente fue adoptado por casi toda la juventud lobense de entonces.

Calahorra, con su estilo, simulaba ser la mazmorra de un castillo español, llamando la atención sus paredes, simulando ser pesadas piedras, sus vitreaux en puertas y ventanas e iluminación, también sus originales sillas de estilo frailero. Por sobre todas las cosas, su música que logró conquistar a todos sus parroquianos.

En su comienzo, la flamante confitería se hizo conocer por su variada especialidad de panqueques, sándwich, jugos y su exclusiva coctelería por primera vez en Lobos.

Por el lugar, pasaron cantidad de famosos, destacándose los más grandes e inolvidables humoristas argentinos, también músicos de gran jerarquía, actores de cine y televisión. Y cuando llegó la apertura democrática, por marcar la época, los lobenses fueron sorprendidos por primera vez en esta ciudad con un rico ciclo de jazz, pasando por el reducido espacio los más grandes intérpretes argentinos del famoso ritmo afroamericano.

Poetas y músicos fueron partícipes de aquellas agradables noches de Calahorra, dejando la marca y el sabor agradable de aquellos tiempos, en este espacio que sobrevolaba la bohemia por sobre todas las cosas.

Allá, a la distancia, quedan infinitas cantidad de anécdotas, en la memoria de sus habitués, que hoy peinan con orgullo sus canas.