Imponente, apoteótico, inolvidable. Asà fue el recibimiento que los lobenses le tributaron al genial Manu Andújar, a su regreso de la conquista de su segundo DAKAR.
Pese a que el arribo del vuelo se retrasó y pisó suelo de Ezeiza apenas pasadas las 22, lo que obviamente retrasó en más de dos horas la llegada de Manu a Lobos, los vecinos hicieron una vigilia conmovedora tanto en Ruta 205 y acceso por Yrigoyen, como en la Plaza 1810 y adyacencias, y en gran parte del recorrido que incluyó Yrigoyen, Buenos Aires, Salgado, Belgrano, 25 de Mayo, 9 de Julio, Alem, Chacabuco y Arévalo hasta Plaza MartÃn Fierro de Empalme.
Cientos de autos, camionetas y motos, miles y miles de personas de todas las edades, vivaron a Manu y formaron una caravana interminable que quedará en la historia de nuestra ciudad.
En lo más alto de la Unidad 33 de Bomberos Voluntarios, y con “la Momia” en sus manos, Manu saludó a todos y cada uno de quienes lo esperaron con tanto cariño. Una camioneta de Bomberos y los inspectores de Tránsito del Municipio encabezaban la caravana, y detrás de la unidad que llevaba al campeón iba el último autobomba adquirido en el exterior.
El Campeón del DAKAR en cuatriciclos fue recibido como lo merecÃa en su casa, en ese Lobos al que nombra cada vez que tiene oportunidad, y al que, entre lágrimas, le dedicó el tÃtulo apenas consumado, allá lejos, en Arabia.
Bienvenido querido Manu, tu pueblo te admira y te quiere mucho!!!!.