Apenas terminó el partidazo jugado por la selección de todos nada menos que en una semifinal de un campeonato mundial, estalló el festejo en Lobos como en cada rincón del país.

Pocos minutos bastaron para que la ya icónica esquina de Buenos Aires y 25 de Mayo/9 de Julio, se colmara de niños, jóvenes, hombres y mujeres de todas las edades, unidos por esta felicidad enorme que tanto necesitamos los argentinos en momentos como los que vivimos.

Como en aquel 2014 que nos encontró celebrando en la plaza cada una de las instancias superadas, esta tarde Lobos celebró el 3 a 0 inapelable, majestuoso de este equipo total conducido magníficamente por Scaloni como técnico, y de la mano de un Messi monumental, ratificando que es el mejor del mundo.

Banderas, cornetas, cientos de camisetas, redoblantes, los cánticos que ya son hits en este Mundial, y los vehículos que se sumaron con sus bocinas para desatar un festejo interminable.

El domingo al mediodía lobense vibraremos con la final, la sexta de Argentina en un Mundial. Y es imposible no soñar con el título, con ver a Leo levantando la copa como una vez lo hizo Diego.

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