El miércoles 5 de marzo de 2019, a la vera de una zanja en la calle 232, entre Levenne y Güemes, un vecino encontró el cuerpo sin vida de una vecina.

Se trataba de Haydeé García, “Tota”, de 88 años, que vivía a pocos metros del lugar donde apareció muerta, víctima de un crimen tan brutal como inexplicable, ya que fue ahorcada y posteriormente calcinada.

Tota vivía con un nieto, Cristian Jaimerena, que relató a la justicia que en esos días estaba en Mar del Plata, por lo que había quedado sola en la casa.

Los primeros informes forenses indicaron que la víctima  presentaba lesiones en el rostro, más precisamente en el costado derecho de la frente, en un ojo del mismo lado y en la mandíbula.

Junto al cuerpo hallaron ropas quemadas, una sandalia (la otra la tenía puesta), restos de un bidón de plástico calcinado, un par de anteojos con aumento y algunas manchas de sangre.

Dos años se cumplen hoy del horrendo crimen y no hay ningún avance que permita pensar en el esclarecimiento.

Los hijos de Tota, sus vecinos y allegados, siguen reclamando que la justicia les entregue una respuesta.

 

 

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